¿Llevas años escuchando que debes digitalizar tu comercio? ¿Con la llegada del coronavirus tus ventas están por los suelos? ¿Te han obligado a cerrar y siguen diciéndote que tienes que digitalizar tu comercio?
¿Tienes una tienda de reparación de calzado? O quizás seas el bar o restaurante de tu barrio, quizás tengas una tintorería ¿Cómo digitalizar tu comercio?
Quizás las preguntas no sean las adecuadas y quizás el planteamiento sea cómo seguir teniendo ingresos si no puedo abrir a pie de calle. Cómo tener ingresos si hay otro confinamiento domiciliario. En Emprendedores Consulting te podemos ayudar a saber si realmente vas a poder tener ingresos si el cliente no entra por la puerta del comercio.
¿Sabes cómo digitalizar tu comercio de reparación de calzado?
Imagina que tienes un comercio de reparación de calzado, que vendes algunos accesorios relacionados y que haces copias de llaves y de mandos. Puede que te lo imagines o puede que sea tu caso concreto.
Con el coronavirus, bien porque te obligan a bajar la persiana o bien porque los clientes no salen de casa, tus ingresos son cero y el alquiler, el recibo de autónomos y demás gastos no paran, o al menos no paran del todo.
En Emprendedores Consulting te proponemos un reto de imaginación. Imagina que aquellas actividades más importantes, con las que más facturas o con las que mayor margen sacas, las puedes hacer sin que los clientes entren por la puerta. Solo debes imaginarlo.
Ahora te pedimos que despiertes, porque los ingresos no llegan por soñar. Quizás funcione o quizás no, lo que está claro es que digitalizar tu comercio no es simplemente hacer una web. Digitalizar tu comercio no tiene por qué significar un éxito absoluto o quizás sí, lo que es seguro es que si no lo intentas y lo planeas con sensatez jamás te generará un ingreso.
En Emprendedores Consulting sabemos que digitalizar tu empresa tiene un nombre que puede hacer incomprensible su significado, por eso te lo traducimos al refranero: “Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma”, realmente, el dicho que data del siglo XVI, es inverso: “Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña”. A estas alturas del artículo seguro que ya lo has entendido: si la montaña es el cliente y Mahoma eres tú, o al revés, si uno no va debe ir el otro a buscarlo, eso es digitalizar tu comercio.
En otros sectores lleva sucediendo décadas y en algunos solo unos meses, este nuevo paradigma es el responsable del aumento de repartidores y del reparto de última milla.
Vamos a regresar a ese comercio de reparación de calzado que afila cuchillos, tijeras y hace copias de llaves y de mandos de garaje. Hasta ayer el cliente llegaba y hacía su petición, por ejemplo, llevaba sus zapatos para poner una suela nueva.
Digitalizar tu comercio es que ese cliente desde su casa y tú desde tu comercio, con dos clics en el teléfono, sepáis ambos que ese cliente necesita tus servicios. Eso es sencillo, la tecnología actual lo permite de mil formas. El siguiente paso es que alguien recoja los zapatos, los lleve al taller, se reparen y se retornen al cliente. Eso es digitalizar tu negocio con un producto físico, con un servicio físico, con un oficio absolutamente tradicional.
Evidentemente te surgen cien o doscientas dudas, pegas, inquietudes… Para eso estamos en Emprendedores Consulting, para analizar cada situación y ayudar a que tenga viabilidad económica.
Para que un producto realmente genere valor, para que sea rentable, requiere de:
- Una demanda: Que exista gente que lo necesita.
- Además, ese producto necesita de gente que esté dispuesta a pagar por ello, evidente pero no tanto.
- Y lo más importante de todo, que esa gente, que ese cliente, pueda pagar por ello.
Un comercio digital que nace digital tiene que crear, crecer y después monetizar exactamente igual que tú. La ventaja de tu pequeño comercio es que ya tiene clientes, ya tiene mercado, ya hay gente que está dispuesta a pagar por lo que haces.
Pongamos un ejemplo muy extremo: Un Ferrari; hay gente que puede necesitar un Ferrari, al fin y al cabo es un vehículo que te lleva de un punto A hasta un punto B; mucha de esa gente incluso estaría dispuesta a pagar por ello, pero: ¿Cuántos tienen el dinero para poder comprarlo?
Otro ejemplo: Un refresco; todo el mundo tiene sed en algún momento del día, la mayoría satisface esa necesidad con agua o con otros líquidos, como puede ser un refresco, y la inmensa mayoría de nosotros podemos permitirnos comprar un refresco; además, tenemos el mismo refresco en un supermercado por 50 céntimos y en un bar por uno o dos euros. Es el mismo producto, satisface la misma necesidad y sin embargo estamos dispuestos a pagar precios diferentes ante situaciones diferentes.
Que los seres humanos necesitamos reparar la suela de los zapatos, afilar los cuchillos y hacer copias de llaves y de mandos es un hecho. Hasta ahora, para hacer eso el cliente se desplazaba a un comercio de reparación de calzado o a un multiservicio y pagaba un precio justo y ajustado. ¿Habrá personas que desde sus casas quieran resolver esos mismos problemas incluso teniendo que pagar un poco más de dinero? La respuesta es que SÍ. Lo que en Emprendedores Consulting no sabemos es cuántas personas hay y cuánto están dispuestas a pagar, eso sí, tenemos ganas de descubrirlo a tu lado.